Infecciones respiratorias agudas
La infección respiratoria aguda, es un conjunto de enfermedades del aparato respiratorio, durante un periodo de tiempo inferior a dos semanas. La infección respiratoria aguda es la enfermedad de mayor causa de muerte en el mundo, representando un problema de salud pública. Generalmente tiene un curso leve y recortado, aunque en ocasiones puede complicarse y provocar la muerte.
La infección respiratoria aguda tiene dos formas de presentación:
- Infección respiratoria alta o del tracto superior
rinitis, sinusitis, faringitis, otitis, amigdalitis, laringitis - Infección respiratoria baja o del tracto respiratorio inferior
bronquitis, bronquiolitis, y neumonía.
Causas
En los niños menores de 5 años en el 95% de los casos la infección respiratoria aguda es vírica. El virus más frecuente con mucho es el virus sincitial respiratorio y le sigue a distancia el virus de la gripe.
En adultos, la infección respiratoria aguda suele tener una causa inicial vírica que se complica con sobre infección bacteriana. Las bacterias más frecuentes, estreptococus pneumoníae y hemofilus influenzae. Las infecciones bacterianas requieren tratamiento antibiótico durante varios días y en ocasiones semanas.
Prevención
- Utilizar tapabocas en locales cerrados.
- Beber abundantes líquidos.
- Mantener las fosas nasales despejadas y bien hidratadas con agua de mar.
- Ventilar la casa con frecuencia. No es necesario que la casa permanezca permanentemente abierta, de trata de crear corrientes de aire para renovar el ambiente, durante unos minutos.
- Evitar contacto con enfermos infectados.
Tipos de infección respiratoria aguda alta
Antes de entrar a definir cada una de las patologías debes saber que, la mucosa que recubre el aparato respiratorio es la misma y una infección respiratoria puede extenderse a cualquier parte del sistema respiratorio.
Rinitis
La rinitis es una inflamación de la mucosa nasal, se manifiesta por obstrucción y mucosidad nasal. Suele responder a tratamiento sintomático con antiinflamatorios y nebulizadores nasales tipo agua de mar o vasocosntrictores tópicos, y antihistamínicos colinergicos. La rinitis en ocasiones se complica con sinusitis y requiere atención médica.
Sinusitis
La sinusitis es una inflamación de la mucosa que recubre los senos paranasales. Los senos paranasales son cavidades dentro de los huesos, hay dos senos maxilares, dos etmoidales y dos senos esfenoidales. Los senos están recubiertos de mucosa con células ciliadas. Las células ciliadas se encargan de calentar el aire, retener partículas suspendidas en el aire. Las cavidades dan resonancia y eco a la voz. La sinusitis si se sobreinfecta con bacterias, resulta muy molesta ocasionando intenso dolor de cabeza y aturdimiento mental.
Amigdalitis
La inflamación de las amígdalas produce dolor de garganta, odinofágia o dolor al tragar, y fiebre. Las amígdalas, comúnmente llamadas anginas, forman parte del sistema linfático, están situadas estratégicamente en la orofaringe y actúan como sistema defensivo evitando la entrada en el organismo de virus y bacterias patógenas.
Faringitis
Los síntomas de la faringitis son dolor de garganta, fiebre y dolor de cabeza. Suele curar espontáneamente entre 7 y 10 días.
Laringitis
La laringe es la puerta de entrada al pulmón, se continúa con otro tubo llamado traquea, que a su vez se divide en los dos bronquios principales. En la laringe están situadas las cuerdas vocales, por esta razón cuando se produce una laringitis se presenta afonía, si la inflamación es intensa puede existir dificultad para el paso del flujo aéreo. El crup laringeo puede desembocar en una urgencia vital, ante esta posibilidad ante un crup o estridor laringeo se debe acudir al médico, ambiente húmedo, beber abundantes líquidos, y reposo son medidas beneficiosas.
Infección respiratoria baja aguda
Bronquitis
El siguiente y primer paso en la infección de vías respiratorias bajas son los bronquios.
La bronquitis aguda se declara sobre todo con tos y expectoración, cuando la expectoración tiene color es signo de sobre infección bacteriana, y es conveniente visitar al médico. La tos persistente durante más de una semana, la audición de pitos, la existencia de fatiga, pérdida de apetito o fiebre son signos para acudir al médico.
La mayoría de las bronquitis agudas, son causadas por virus, y no necesitan tratamiento antibiótico, el antibiótico no es eficaz contra el virus, no obstante, cuando existen factores predisponentes, enfriamiento previo, tabaco, ambiente laboral contaminado, reflujo gástrico, suelen ser bronquitis de causa bacteriana y requiere atención médica.
Neumonía
La neumonía es la infección que afecta a los sacos alveolares. Los sacos alveolares se forman por la reunión de varios alveolos. El alveolo es la unidad funcional del pulmón, en el alveolo se realiza el intercambio gaseoso, entrada de oxígeno y salida de co2 del organismo.
La neumonía produce acúmulo de líquido o pus en el alveolo, que ocasiona dificultad para el intercambio gaseoso, disnea y fatiga. La tos es secundaria a la irritación provocada por el exceso de secreciones, y la fiebre surge como respuesta del sistema inmunitario.
Causas
La neumonía puede ser causada por virus, bacterias y hongos.
- Las neumonías víricas son de evolución benigna.
- Las neumonías bacterianas requieren tratamiento antibiótico durante tiempo, aveces varias semanas. El germen causante más frecuente de neumonía bacteriana es el neumococo, streptococus pneumoniae.
Tipos de neumonía
Dependiendo del lugar del contagio la neumonía puede ser neumonía comunitaria y neumonía hospitalaria. La neumonía comunitaria se produce fuera del hospital, por decir algo común, en la calle o en casa, es más benigna. El germen causante más frecuente es el estreptococo pneumoniae, responde bien a los antibióticos.
- La neumonía hospitalaria, se adquiere en el hospital, los gérmenes hospitalarios son más resistentes a antibióticos. La neumonía hospitalaria tiene una evolución más tórpida.
- Neumonia por aspiración, muy frecuente en ancianos o en personas con problemas de deglución, se produce por el paso de líquidos o alimentos del tubo digestivo al pulmón.
Complicaciones
Con relativa frecuencia la neumonía se complica con liquido en la pleura, derrame pleural, o con la formación de un absceso, cavidad del parénquima pulmonar llena de pus. El absceso pulmonar se trata con antibióticos a altas dosis, drenaje y en ocasiones cirugía.
Factores predisponentes
- La edad, niños menores de 6 años y adultos mayores de 65 años.
- Enfermedades crónicas, hipertensión, diabetes, insuficiencia cardiaca. Enfermedades respiratorias, asma, époc, enfisema.
- Tabaco
Prevención de la neumonía
- Lavarse las manos
- Evitar el tabaco
- Ejercicio moderado
- Alimentación saludable, completa y equilibrada.
- Vacunación antineumocócica.
- Vacunación de la gripe.
- Vacunación antineumocica
Indicaciones de la vacunación contra el neumococo:
- mayores de 65 años
- niños menores de 6 años
- Antes de los 65 años, en enfermedades crónicas: cardiacas, pulmonares, neurologicas, diabetes, inmunodeprimidos, hipertensión arterial, etc.
Se desconoce exactamente la duración de la protección inmunitaria de la vacuna antineumococica.
Tipos de vacunas
Existen 90 tipos diferentes de neumococo con diferente agresividad. El contagio se produce de una persona a otra por contacto cercano a través de las secreciones respiratorias y puede afectar a cualquier individuo, aunque algunas personas tienen mayor riesgo de enfermar y con manifestaciones más graves. El grupo de los menores de dos años es el que, por sus características inmunológicas, tiene el mayor riesgo de enfermar gravemente.
Existen dos tipos de vacunas contra el neumococo:
Vacuna antineumocócica polisacárida 23 – valente, protege frente a 23 serotipos de neumococo (entre los que se encuentran el 90% de los que causan infecciones graves). Resulta efectiva en la mayoría de los adultos sanos a las 2-3 semanas de su administración pero que tiene el inconveniente de que algunos grupos de población (niños menores de 2 años, individuos muy ancianos, pacientes con enfermedades crónicas prolongadas) pueden no responder adecuadamente a la vacuna. Además proporciona una protección poco duradera (alrededor de 5 años en adultos sanos). - Vacuna antineumocócica conjugada (13-valente que protege frente a 13 serotipos de neumococo o 10-valente). Tiene utilidad en la prevención de la enfermedad neumocócica en las primeras etapas de la vida ya que consigue una excelente respuesta inmune en niños menores de dos años, proporcionando además protección a largo plazo. La vacuna antineumocócica conjugada ha demostrado su eficacia en la prevención de la enfermedad neumocócica invasora (97% para meningitis e infección de la sangre), parte de las neumonías y protección moderada frente a la otitis media aguda causada por neumococo.
Vacuna antineumocócica polisacárida 23 – valente, protege frente a 23 serotipos de neumococo (entre los que se encuentran el 90% de los que causan infecciones graves). Resulta efectiva en la mayoría de los adultos sanos a las 2-3 semanas de su administración pero que tiene el inconveniente de que algunos grupos de población (niños menores de 2 años, individuos muy ancianos, pacientes con enfermedades crónicas prolongadas) pueden no responder adecuadamente a la vacuna. Además proporciona una protección poco duradera (alrededor de 5 años en adultos sanos). La importancia sanitaria de la enfermedad ha llevado en España en varias comunidades autónomas como Galicia, Madrid, Valencia, Cataluña, Murcia…) se haya incorporado la vacunación frente al neumococo en personas mayores de 64 años o con enfermedades que los hacen mas susceptibles a la infección, utilizando la vacuna de polisacáridos, asociándola a las campañas de vacunación antigripal, estrategia que potencia los beneficios de ambas vacunaciones. En Galicia la vacuna antineumocócica para niños entre 2 meses y 2 años, en adultos con determinadas enfermedades crónicas y a personas mayores de 65 años.