Esclerosis múltiple (EM)
La Esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune inflamatoria de causa desconocida y curso crónico causada por el daño de la mielina, el material que rodea y protege las células nerviosas.
Síntomas
La lesión hace más lentos o bloquea los mensajes entre el cerebro y el cuerpo, conduciendo a los síntomas de la Esclerosis Múltiple que son diversos. Dependiendo del grado de la lesión, la falta de comunicación entre las neuronas, puede ser transitoria, sucediendo durante un tiempo para luego recuperarse, o bien hacerse permanente. La edad más frecuente de diagnóstico es entre los 20 y los 40 años, aunque el inicio puede ser anterior. Entre los síntomas más frecuentes aparecen la fatiga, la pérdida de equilibrio, entumecimiento, problemas de coordinación, visión doble o los movimientos oculares rápidos e incontrolables.
Tratamiento
Los objetivos del tratamiento fisioterápico irán encaminados a preservar la integridad músculo esquelética, manteniendo y/o aumentando la movilidad articular, mejorar la estabilidad postural, minimizar las anomalías del tono muscular y mejorar la fatiga.
La EM afecta a cada paciente de forma diferente, por lo que el programa deberá adaptarse a las necesidades de cada uno y debe ser revisado según la evolución de los mismos. Es importante durante una sesión de tratamiento planificar frecuentes periodos de descanso durante la sesión para evitar la aparición de la fatiga.
Los ejercicios en piscina son muy útiles, ya que el agua elimina el exceso de calor producido por el ejercicio, permitiendo al paciente hacer el ejercicio sin sufrir una molestia grave. La temperatura del agua debe ser la adecuada, se recomienda entre 30 y 35 grados y nuestra piscina mantiene una temperatura entre los 33 y los 34 siempre, por lo que es ideal en este tipo de pacientes. Es importante realizar una fase de enfriamiento en la piscina o ducharse con agua fría al finalizar, ya que así el calor del ejercicio se disipa y el paciente no sufrirá empeoramiento por exceso de calor.